La Policía de Nueva York se hizo cargo de la Universidad de Columbia el martes por la noche, utilizando la fuerza para recuperar un edificio académico que había sido tomado violentamente por manifestantes pro-palestinos, e hizo docenas de arrestos durante el operativo.
Cientos de agentes policiales dotados de equipo antidisturbios se dirigieron al campus principal de la escuela de la Ivy League en Manhattan para sacar a los agitadores que solo un día antes habían irrumpido en el Hamilton Hall, tomando el control sobre el edificio.
Echa un vistazo a este dramático video, un grupo de policías con cascos subieron por una escalera a una ventana del segundo piso y se arrastraron dentro del edificio con esposas de cremallera.
Al entrar en el edificio, los agentes desplegaron cuatro dispositivos que distrajeron a los manifestantes con golpes muy fuertes.
Al cabo de una hora, los policías habían recuperado el edificio y se habían llevado a numerosos manifestantes en tres buses de la policía de Nueva York.
Aún no se conoce el número exacto de personas que fueron detenidas ni los posibles cargos que se les imputaron, aunque algunos medios de comunicación informaron de que se detuvieron a unas 100 personas.
Los agentes policiales también desalojaron a los estudiantes que se habían manifestado con tiendas de campaña al sur del campus, devolviendo el orden a la universidad.
Como informamos anteriormente, una turba de manifestantes estudiantiles irrumpió en Hamilton Hall el lunes por la noche. Rompieron las ventanas para poder entrar y tomar control del edificio.
Eran parte de un grupo más grande de manifestantes enojados por la guerra entre Israel-Hamas en la Franja de Gaza, que se ha cobrado la vida de decenas de palestinos.
Los manifestantes creen que Israel está cometiendo un genocidio contra los palestinos, gobernados por Hamás en la región. Hamás desató el conflicto tras su ataque sorpresa del 7 de octubre contra el Estado judío, en el que murieron más de 1.200 israelíes.
Durante las últimas dos semanas, los manifestantes se enemistaron con los estudiantes judíos y le exigieron a la dirección de Columbia que desinvirtiera de los intereses relacionados con Israel, pero la presidenta de la universidad, la Dra. Minouche Shafik, dijo que no lo haría.
Los administradores de Columbia también amenazaron con suspender a los estudiantes propalestinos que no protestaran pacíficamente y prometieron expulsar a los que ocuparan Hamilton Hall.
Otras protestas similares han surgido en universidades de todo el país.