Green -que estuvo en la ciudad para el "Monday Night Raw"- expuso las acusaciones en redes sociales el miércoles, diciendo que estaba tratando de tener una noche agradable en la Gran Manzana, pero sus planes se descarrilaron cuando la seguridad del hotel la señaló por su apariencia.

TMZ Sports habló con Green, y ella explicó lo que pasó en detalle.

Green nos dijo que ella y su amiga se dirigieron al Champagne Bar del Plaza alrededor de las 5:45 PM del martes para tomar una copa antes de ir a un espectáculo de Broadway, pero les dijeron que tendrían que salir, ya que no eran huéspedes del hotel.

Hicimos una pequeña investigación y preguntamos si estaban abiertos al público... resulta que nos dijeron que sí.

Green dijo que un cliente vio todo el asunto y las invitó a entrar al bar. Después fueron por la seguridad, y el personal se puso furioso, escribiendo en línea: "Vuelve aquí. No vamos a seguirles el juego. Sabemos lo que hacen aquí".

Green no aceptó los comentarios, porque creía que insinuaban que era una "dama de compañía" por su atuendo: top blanco sin hombros, falda vaquera, botas marrones y abrigo oscuro.

La veterana de la lucha libre admitió que estaba conmocionada por todo el asunto, por lo que decidió salir brevemente de la zona antes de regresar a hablar con la recepción sobre el tema.

Green dijo que estaba "cabreada" y "avergonzada" después del encuentro y cuando se dirigió al vestíbulo, tres nuevos guardias de seguridad la persiguieron y le dijeron que se fuera.

La cosa no quedó ahí: Green dijo que, cuando por fin pudo hablar con un gerente, los mismos guardias de seguridad se quedaron cerca y se rieron.

Al final, los dos se dieron por vencidos y el personal se quedó a su lado hasta que se fueron para siempre.

Green confía en que el hotel revisará las imágenes de vigilancia y se dará cuenta de que no hizo nada malo y ella está esperando por el teléfono con la esperanza de obtener una disculpa.