Megan Fox dice que su paranoia en torno a la cirugía ha sido su salvación para no excederse con el bisturí, a pesar de que admite que se ha hecho más de una intervención.
La actriz apareció en el episodio del miércoles de "Call Her Daddy", donde se abrió sobre todas sus experiencias de cirugía plástica, incluyendo una larga rutina pre-operatoria que dice que le exige a todos sus cirujanos a seguir, porque quiere asegurarse de que no hay mala energía.
Megan dice que responde mal a la anestesia general, por lo que le exige que sus médicos que le digan si han visto algún mal presagio antes de proceder.
En cuanto a las operaciones, Megan admite que se ha operado tres veces el busto e insiste en que solo se ha operado la nariz una vez, a pesar de lo que algunos piensan. Ella también bromea sobre una cirugía misteriosa, pero no reveló mucho más.
Megan también dice que ha considerado una gluteoplastía, pero señala que no tiene la grasa corporal para hacerlo.
Megan también habló sobre el hecho de que ella y Machine Gun Kelly bebían la sangre del otro, acto por el que se les tilda de satánicos.
Megan defiende la práctica, diciendo que es mucho más inocente de lo que la gente piensa, y lo compara con dos niños que ponen sus pulgares sangrantes juntos en el patio de recreo cuando piensan que han encontrado su "alma gemela". Ella dice que ella y MGK comparten ese tipo de vínculo.
Además, asegura las niñas que participan el sexo oral con libertad entre ellas son mucho más sangrientas...
Un montón de pepitas de parte de Fox... ¡Ciertamente estamos aprendiendo mucho!