SpaceX lanzó su cohete Super Heavy-Starship en órbita el jueves por la mañana, el que tuvo lugar en sus instalaciones de Boca Chica, en Texas, y este último intento marca la tercera vez que el magnate intenta poner esta bestia en el más allá.

Teniendo en cuenta que lo lograron, es realmente una hazaña impresionante, sobre todo por la magnitud del cohete, que es, literalmente, el más grande de la historia.

El cohete, en su totalidad, mide 394 pies y tiene casi 30 pies de ancho. También incluye dos componentes diferentes, la etapa superior Starship y el propulsor Super Heavy. Se dice que esta cosa puede generar más de 16 millones de libras de empuje con sus motores Raptor.

En otras palabras, es un monstruo, y el jueves, Elon y compañía lograron finalmente ponerlo en el espacio y superar nuestra atmósfera, donde inició un vuelo suborbital que está diseñado para atravesar el Golfo de México, el Atlántico y gran parte del Océano Índico.

Se supone que el cohete se desprenderá y que el booster caerá en el GOM y la etapa superior tocará tierra en el Océano Índico. Sí, se puede hacer con aterrizajes controlados.

Con el tiempo, SpaceX (y la NASA) esperan utilizar el Super Heavy-Starship para hacer viajes a la Luna, algo que no se ha hecho desde hace mucho tiempo, pero que quieren volver a poner en marcha. Ahora que este vuelo de prueba salió sin problemas (por el momento), está al alcance de la mano.