Como bien saben, pocos días antes de que se estrenara el documental de Lifetime el sábado se dio a conocer que Wendy había sido diagnosticada con demencia. En el documental, justamente se destacan las luchas personales de la celebridad de 59 años, así como sus problemas de abuso con el alcohol y una veintena de otros asuntos de salud.

En el documental, se revelan todas las luchas de Wendy, en concreto, que está lidiando con una demencia frontotemporal, al igual que Bruce Willis, quien tiene la misma enfermedad.

Luego de su emisión este sábado, ha habido reacciones en contra de Lifetime y la productora que procedió con el proyecto, pero ahora el equipo creativo se defiende.

El productor Mark Ford le dijo a The Hollywood Reporter que el plan original era seguir a Wendy entre agosto de 2022 y abril de 2023, mientras ella estaba sobria y había lanzado un nuevo podcast.

Una vez que quedó claro que esta no sería la historia que iban a contar, dice que vieron lo que podían capturar, pero insiste en que ningún momento supieron de un diagnóstico médico oficial como el que dio a conocer su equipo la semana pasada.

Mark Ford añade: [S]i hubiéramos sabido que Wendy tenía demencia, nadie habría filmado".

Dice que la narrativa inicial fue desechada cuando la salud de Wendy empezó a deteriorarse, lo que causó preocupación entre los cineastas. El hijo de Wendy, Kevin Hunter Jr. más tarde dijo frente a las cámaras que su madre tenía demencia "inducida por el alcohol", algo distinto de lo que se ha anunciado y mucho después del momento grueso de la producción.

Aunque Mark se está defendiendo diciendo que nunca habría filmado si hubiera sabido sobre el diagnóstico de Wendy, dice que está satisfecho con que la tutora temporal de Wendy, Sabrina Morrissey, no tuviera éxito intentando bloquear el estreno del documental.