El Presidente y un grupo de políticos y agentes del Servicio Secreto llegaron a un restaurante mexicano en el barrio de Baldwin Hills, donde apareció en el Café de CJ para el almuerzo, aunque nos informan que terminó pidiendo un desayuno.

Un representante de CJ nos dice que Joe tenía antojo de un burrito de desayuno básico con jamón, huevos y tocino y nos dicen que incluso pidió un jugo de naranja.

Estaba allí con la alcaldesa Karen Bass, y CJ nos dice que a ella también le apetecían huevos para comer. Más específicamente un plato de huevos revueltos con queso, tomates y tostadas. Sí, no son necesariamente platos mexicanos, pero bueno, eso es lo que querían comer.

De todas formas, nos dicen que Biden y Bass pagaron por separado, y que sus equipos se hicieron cargo de sus facturas con sus respectivas tarjetas de crédito. Sin embargo, CJ dice que Joe dejó algo extra para el equipo, una propina de $20 que nos dicen que pagó con dinero en efectivo.

De hecho, se le puede ver metiendo la mano en la cartera en esta foto, y el precio final fue al rededor de $30 dólares.

Claramente, hubo un montón de gente en el restaurante que quiso tomarse algunas fotos con el Presidente, y él accedió, además de compartir con los gerentes y propietarios del lugar.

Lo creas o no, el local no cerró durante la espontánea visita.

Después de comer, el Presidente se fue a dar un discurso a una biblioteca local. Estuvo paseándose por L.A. toda la mañana y lo mejor es que tenía un montón de policías siguiéndole a todas partes, incluyendo su propia caravana, con un destacamento del Servicio Secreto.

Se dice que Joe va a volar a San Francisco más tarde hoy y su gira por California debe llegar a su fin el jueves antes de que se diriga de nuevo a D.C. para volver a los asuntos del pueblo.

Es bastante agradable verlo en la Ciudad de los Ángeles... bastante surrealista también. Vemos a muchos famosos por aquí, pero cuando Joe está en la ciudad... ¡las calles tienden a cerrarse!