McDonald's está siendo arrastrado a los tribunales por dos empleadas que dicen que la cadena de comida rápida está haciendo que sea difícil para ellas extraerse la leche materna en el trabajo, pues aseguran que no hay tiempo ni lugar para hacerlo.
De acuerdo con una nueva demanda colectiva obtenida por TMZ, dos mujeres llamadas Kathleen Faber y Lexis Mays dicen que volvieron a trabajar a McDonald's después de haber dado a luz y aparentemente están encontrando obstáculos para amamantar.
Las mujeres dicen que le dijeron a sus gerentes que necesitarían sacarse leche en el trabajo. Aunque ellos comentaron que eso no sería un problema, no ha resultado ser el caso.
Faber afirma que su McDonald's en Kansas no tiene un espacio seguro ni privado para ella para extraerse la leche materna y ha tenido que hacerlo en la esquina de una sala de existencias para evitar la visión de las cámaras de seguridad y los empleados.
Mays dice lo mismo de su McDonald's en Nueva York y afirma que ha tenido que hacerlo en la oficina trasera, que no tiene puerta y está abierta a otros miembros del personal, que vienen a la habitación cuando ella está bombeando.
En la demanda, ambas mujeres también dicen que no tienen suficiente tiempo de descanso para extraerse la leche materna durante sus turnos en el Golden Arches.
Faber y Mays dicen que la falta de adaptaciones para la lactancia materna en McDonald's les está causando ansiedad, incomodidad, humillación, vergüenza y angustia emocional.
Las mujeres dicen que la cadena no está cumpliendo con las leyes federales que requieren lugares seguros y privados para las madres lactantes en el lugar de trabajo y quieren que un tribunal intervenga por ellas y ayude a otras empleadas en una situación similar.
Nos pusimos en contacto con McDonald's pero hasta ahora no hemos tenido respuesta.