La actriz -que fue despedida por la Casa del Ratón en 2021- justo en la crisis del COVID- acaba de presentar una demanda contra su ex empleador, alegando que fue despedida injustamente por publicar sus opiniones políticas en redes sociales, algo que ella afirma que no le pasó a sus compañeros de trabajo masculinos que hicieron publicaciones similares.

En los documentos obtenidos por TMZ, Carano afirma que fue despedida por no ajustarse a la "ortodoxia progresista" de la empresa y en el público en general, especialmente en lo que respecta a las políticas del COVID en ese momento.

En concreto, Gina dice que lo que enfadó a Disney fue un mensaje que publicó y que hacía referencia a la persecución de los judíos durante el Holocausto, comparando ese escenario con lo que estaba ocurriendo con la gente que hablaba de COVID y otras posturas de tendencia conservadora.

Mientras que la compañía salió en su momento a criticarla por lo que dijeron era "denigrar a las personas en función de sus identidades culturales y religiosas", Carano dice que su publicación en las redes sociales no tenía esa intención en lo absoluto y que se perdió el contexto de lo que quería decir.

Y lo que es más importante, Gina afirma que Disney no la despidió por su rendimiento, sino simplemente por expresar opiniones políticas que se consideraban impopulares y contrarias a las de Disney... y Gina dice que eso era ilegal.

Lo que es más, Gina dice que otros coprotagonistas masculinos suyos también hicieron comentarios políticamente incendiarios en línea en ese momento -como cuando Mark Hamill fue acusado de publicar un tuit transfóbico- pero Disney aceptó sus explicaciones y siguió adelante.

En resumen, Carano afirma que su carrera se vio afectada negativamente y que perdió un montón de dinero, teniendo en cuenta que su trabajo iba viento en popa antes de que las cosas dieran un giro político. Ella está demandando por daños y perjuicios no especificados.