Puede que pronto sea el adiós al calor abrasador del desierto y al estilo boho de Vanessa Hudgens... si la venta de entradas para Coachella de este año sirve de algo.
Resulta que la gente no está muy interesada en Coachella este año. De hecho, 2024 marca la venta de entradas más lenta en una década, esto de acuerdo a SF Gate, que cita algunas estadísticas preocupantes para Goldenvoice y compañía.
En pocas palabras, los boletos para el Coachella de este año simplemente no se venden como antes y usted puede verificarlo con solo ir a su sitio, donde se puede obtener ahora mismo.
Sí, todavía están a la venta cinco días después de salir al mercado, una sorpresa total, sobre todo porque en años anteriores se agotaban en cuestión de minutos. Ahora, puedes ir a su página web y comprar el paquete de entradas que quieras, cuando quieras.
Curiosamente, este sitio también le permite a la gente comprar hasta ocho entradas de este año, mientras que en años anteriores solo podías comprar dos. Parece como si los organizadores del festival estuvieron prácticamente rogándole a la gente que derrochen algo de dinero en ellos, al menos eso es lo que parece.
Aunque nunca habían tenido este problema antes, los fans esperaron horas en colas virtuales para conseguir las codiciadas pulseras en años anteriores a pesar de los altos precios.
Esto es muy extraño, porque Coachella por lo general es un producto muy popular, vendiendo todos los boletos en 40 minutos en 2015 y en cuatro horas en 2022. Por lo tanto, el hecho de que los pases para el segundo y tercer nivel del primer fin de semana todavía estén disponibles días después dice mucho sobre la popularidad del festival en la actualidad.
Recordemos que Doja Cat, No Doubt, y Lana Del Rey son cabeza de cartel este año, y si bien no son las estrelas más cotizadas, todavía tienen una base de fans masiva, por lo que es difícil decir si ellos, específicamente, son la razón detrás de las malas ventas.
Sin embargo, algunos están atribuyendo esta caída a la alineación mediocre... ha habido un montón de quejas.
En pocas palabras, parece que Coachella está perdiendo su atractivo en un mar de nuevos festivales más frescos.
El tiempo dirá si acaban agotándose las entradas cuando se acerque abril, pero a este paso... probablemente no.