Los antiguos vecinos de Gypsy Rose Blanchard están siendo perseguidos por el pasado del barrio, ya que una avalancha de turistas ha llegado hasta Springfield, Missouri, para ver la casa donde la ex reclusa brutalmente asesinó a su madre, Dee Dee.
El interés por el caso se ha reavivado tras la reciente salida de Gypsy de prisión, y una vecina llamada Tonia le dice a TMZ que un montón de gente se ha detenido en medio de la carretera para tomar fotos de la casa.
Sin embargo, los turistas han tenido dificultades para encontrarla porque fue repintada de rosa a azul después del asesinato y la rampa para sillas de ruedas que Gypsy solía utilizar también ha sido eliminada.
Como resultado, le han estado pidiendo ayuda a los vecinos para encontrar la casa del crimen, aunque Tonia confesó que una vez le mintió a alguien sobre su paradero para proteger a la nueva familia que vive allí.
Mientras tanto, Thomas Pengilly añade que todo esto ha sido estresante y está convencido de que algunas personas pueden aparecer con malas intenciones, por lo que cree que la casa debería haber sido derribada.
¿Su consejo para quienes tengan la esperanza de echar un vistazo a la casa? ¡Encontrar cosas mejores que hacer con sus vidas, que revivir el trauma y el dolor!
Sam Baker también está echando humo. Le dice a TMZ que la conmoción en el barrio ha sido agravante. Incluso el tráfico se ha duplicado a tal punto que tuvo que poner en marcha un sistema de drive/one drive-out.
Ella está preocupada por sus hijos cuando juegan fuera porque la gente no está prestando atención al límite de velocidad y se detienen en medio de la carretera.
En realidad, Hábitat para la Humanidad le regaló la casa a Gypsy y a su madre, después de que DD afirmara falsamente que eran víctimas del huracán Katrina.
Mientras la comunidad se ve obligada a revivir el pasado, Gypsy se centra en el futuro con su marido Ryan, convirtiéndose en una sensación de las redes sociales y con la esperanza de promover la reforma penitenciaria con la ayuda de Kim K.