Jonathan Majors está encontrando consuelo en los brazos de su novia, Meagan Good, justo un día antes de comparecer ante un jurado por el inicio de su juicio penal.
El asediado actor, que ha sido acusado de acoso y asalto en la Gran Manzana después de supuestamente poner las manos sobre su ex Grace Jabbari a principios de este año, se acurrucó con Meagan en las calles de Nueva York este martes.
Los dos tortolitos estuvieron en Jack's Wife Freda y como se puede ver en estas fotos, obtenidas por TMZ, estaban demostrándose un montón de cariño en público.
Meagan y Jon, que iban vestidos de negro, se estuvieron acariciando en la calle afuera del restaurante y, finalmente, cambiaron de posición poco a poco. Jonathan Majors tenía su brazo alrededor de su dama con la espalda apoyada contra él.
Es seguro decir que estas imágenes valen más que mil palabras, sobre todo cuando tiene un día tan importante por delante y, posiblemente, clave para su reputación y su carrera. Estas muestran que Meagan está del lado de Jonathan en este tumultuoso momento.
Meagan ha estado al lado de Jonathan prácticamente durante todo su caso criminal, lo cual es interesante, teniendo en cuenta que su relación comenzó un poco de la nada, justo en los talones de las acusaciones lanzadas en su contra.
Recuerden, Jabbari alega que ella y Jonathan se enzarzaron en una discusión en marzo, que luego se puso agresiva a tal punto que, ella dice que la golpeó y le causó lesiones.
Jonathan ha negado cualquier ataque. De hecho, afirma que en realidad fue Jabbari quien se puso violenta con él y no al revés. Jabbari acabó siendo detenida y fichada mucho después del incidente inicial, pero el fiscal se negó a procesarla
El equipo de Majors ha señalado que las imágenes de vigilancia muestran a Jabbari de fiesta completamente ilesa después de la supuesta paliza a manos de Majors.
Aun así, a ojos del fiscal, Jabbari es la presunta víctima y Majors sigue en la mira como acusado. Si es condenado por los cargos de delito menor de los que se ha declarado inocente, se enfrenta a hasta un año tras las rejas o a un período de libertad condicional de 3 años.