Los problemas de salud de Michael J. Fox no son ningún secreto para el mundo, pero son mucho más graves de lo que cualquiera podría haberse imaginado.
El querido actor abordó extensamente sus problemas médicos con Town & Country, abriéndose sobre lo golpeado que ha estado en los últimos años y revelando que casi tuvo que se amputado.
El actor dijo: "Mi mano se infectó y casi la pierdo. Fue un tsunami de desgracias".
Mike estaba hablando sobre todas las lesiones que ha sufrido en el último tiempo, incluyendo la rotura de dos de sus brazos, un hombro, su orbital/pómulo y una de sus manos, lo que de algún modo condujo a un diagnóstico mucho más grave, aunque afortunadamente nunca se manifestó plenamente.
Además de estos golpes, Michael también se sometió a una cirugía en 2018 para que le extirparan un tumor espinal, que no estaba relacionado con su enfermedad de Parkinson. Mientras se rehabilitaba de eso, sufrió una fea caída y dice que se rompió el otro brazo en el proceso.
En esta entrevista, el actor también reflexiona sobre la muerte, al igual que lo hizo a principios de este año con la CBS en donde dijo que no se veía a sí mismo viviendo más allá de los 80 años.
Aquí, Mike dice ... "Un día me voy a quedar sin gas ... Ciertamente, si yo fuera a morir mañana, sería prematuro, pero no sería inaudito. Así que no, no temo eso".
Michael lleva luchando contra el Parkinson desde 1991, cuando tenía unos 20 años. Considerando que sigue lidiando con la enfermedad y que se encuentra lo suficientemente bien como para llevar una vida pública, es poco menos que milagroso que siga firme.