El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha sido criticado por el "insensible" disfraz de Halloween de su hijo decapitado y sus seguidores han señalado que el primer ministro hace oídos sordos a la situación en Oriente Medio.
En las fotos compartidas en Instagram el martes, el Primer Ministro posó alegremente con su hijo Hadrien, de nueve años, cuya cabeza sale de su túnica negra para dar la ilusión de que lleva su propia cabeza cortada en sus manos.
Justin bromeó diciendo que nada impedía a Hadrien pedir caramelos, aunque "parece haber olvidado algo", pero los usuarios de la plataforma sostienen que es Justin quien ha olvidado algo: que hace unas semanas se decapitó a bebés y a otras personas.
El comentarista político Tyler Popp etiquetó el post de Justin como "sordo", mientras que Saba Khan, con sede en Toronto, que dirige la página @fictionallyflawless, dijo en línea que su "corazón dice que esto es lo más sordo que puede hacer en un momento en que los niños están recibiendo sus cabezas voladas en Palestina".
Otros tacharon las instantáneas de Halloween de Justin de "repugnantes, insensibles e irrespetuosas", así como de "tremendamente inapropiadas" e "insensibles más allá de lo creíble".
Algunas personas pusieron paños fríos, criticando a los que convirtieron el disfraz de Halloween de Hadrien en algo político.
Esta no es la primera vez que Justin recibe críticas por un disfraz insensible. Todos recordamos su gira de disculpas en 2019 cuando surgieron fotos de él luciendo una tez oscurecida disfrazado de Aladino en 2001.
Tal vez debería saltarse Halloween el próximo año.