Poco después de firmar con el gigante deportivo en 2012, los empleados le presentaron un montón de bocetos de zapatillas, que no le gustaron. En respuesta, Kanye cogió un rotulador y dibujó una esvástica sobre uno de los bocetos, según un reportaje del New York Times.

Ese movimiento conmocionó a todos en la sala, sobre todo porque la reunión se estaba llevando a cabo cerca de Nuremberg, donde los nazis infamemente fueron juzgados por crímenes de guerra después de la Segunda Guerra Mundial.

Kanye sentó el tono con ese movimiento, porque el informe del NYT afirma que en futuras reuniones aconsejó a "un gerente judío de Adidas que besara una foto de Adolf Hitler todos los días", y repetidamente dijo a otros empleados de Adidas el gran genio que era Hitler en cuanto al marketing y elogió su "dominio de la propaganda."

Es importante tener en cuenta que Adidas se mantuvo en el negocio junto a Yeezy durante casi diez años e hizo una tonelada de dinero con Kanye hasta el año pasado, cuando comenzó a vomitar sus creencias antisemitas públicamente.

Adidas supuestamente triplicó el salario de Kanye durante una negociación de contrato en 2016, pero agregó una cláusula moral en el acuerdo, tal vez porque para entonces ya era muy consciente de su afinidad hacia Hitler y los nazis.