Britney Spears dice que un breve encuentro con su ex novio Justin Timberlake le provocó un ataque de pánico antes de su infame actuación en los MTV VMAs de 2007.
Britney estaba lista para su gran regreso a los escenarios esa noche con su canción "Gimme More", pero fue sorprendida con la guardia baja cuando vio a Justin en el show.
En sus nuevas memorias, "The Woman In Me", Britney recuerda el momento: "Hacía tiempo que no lo veía. Todo iba genial en su mundo. Estaba en la cima de su juego en todos los sentidos y era fanfarrón. Me estaba dando un ataque de pánico".
Britney dice que "odiaba mi aspecto", porque "Hacía menos de un año había tenido mi segundo bebé en dos años y todo el mundo actuaba como si el hecho de que no tuviera abdominales de six-pack fuera ofensivo".
Es más, Britney admite que no había ensayado lo suficiente y sabía que la actuación "iba a ser mala". Dice que "nada iba bien" entre bastidores, afirmando que hubo problemas con su vestuario y sus extensiones de cabello. Ella dice que no durmió la noche anterior y se sentía mareada.
Britney continuó: "No podía creer que iba a tener que salir al escenario sintiéndome como me sentía". Ella dice que salió y lo intentó lo mejor que pudo, admitiendo que no estuvo a la altura.
Añadió: "Podía verme en video por todo el auditorio mientras actuaba; era como mirarme en un espejo de feria".
Justin, por su parte, estaba en el extremo opuesto de la situación.
Ella dice: "Justin se deslizaba por la pasarela. Coqueteaba con las chicas del público, incluida una que se dio la vuelta y arqueó la espalda, sacudiendo los pechos mientras él le cantaba".
La actuación de Britney fue para el recuerdo, pero en el mal sentido.