Según una nueva demanda, obtenida por TMZ, Jessica Perry dice que compró una réplica de la varita de "Harry Potter" con una función de bolígrafo luminoso en una tienda y se la dio a sus hijos, solo para que empalara el ojo de su hijo de 3 años.

La madre afirma que el hermano mayor del niño estaba agitando la varita alrededor —como los magos hacen en las películas y los libros— cuando la parte de metal de la pluma salió expulsada de la varita, voló a través de la habitación y perforó el ojo de su hijo.

En los documentos, la madre dice que la pluma rompió el globo ocular del niño, casi dejándolo ciego y obligándolo a someterse a un par de cirugías oculares.

La madre dice que la varita era defectuosa y Warner Bros. Debería haber sabido acerca de los riesgos, ya que existe más de una queja en redes sociales.

En la demanda, la madre afirma que tuvo que hacer uso de gotas para tratar los adoloridos ojos de su pequeño, quien lloraba de agonía. Ella dice que el parche en el ojo que tenía que usar lo asustó hasta el punto de que solo podía dormir con su habitación totalmente iluminada.

La madre dice que su hijo previamente sano ahora tiene que protegerse contra lesiones en la retina. Lo que significa que para el resto de su vida no podrá practicar deportes o tener una vida normal.

Ella va tras Warner por toneladas de dinero, buscando $8 millones en daños compensatorios por las lesiones de su hijo y la angustia emocional, y además quiere daños punitivos para castigar a la empresa.