El imperio empresarial de Donald Trump está en juego. Existe la posibilidad de que todo se venga abajo al comparecer ante el tribunal por primera vez para su juicio por fraude civil de 250 millones de dólares.
El ex presidente llegó a la Corte Suprema de Manhattan el lunes por la mañana cuando su juicio se puso en marcha, algo que Trump ha etiquetado previamente como una "caza de brujas" con el objetivo de disminuir su carrera por la presidencia.
Trump estaba sentado junto a sus abogados Clifford Robert, Alina Habba, y Christopher Kise cuando el abogado Kevin Wallace pronunció declaraciones de apertura en nombre de la oficina del Fiscal General.
Wallace dijo que Trump sobrevaloró sus declaraciones entre $812 millones y $2,2 mil millones, alegando que sabía que eran falsas y las usó para su beneficio.
El juicio del lunes se produce un año después de ser demandado por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, alegando que tergiversó su patrimonio neto en miles de millones de dólares. Los altos ejecutivos de Trump y sus hijos Eric y Donald Jr. también están en el punto de mira por el presunto esquema de una década.
El juez Arthur Engoron dictaminó la semana pasada que Trump y compañía eran responsables de las demandas de fraude en su contra, cancelando los certificados de empresa del demandado en New York y ordenando que un administrador judicial independiente supervise su disolución.
En otras palabras, James consiguió una importante victoria en los tribunales antes incluso de que comenzara el juicio.
Trump se enfrenta a la posibilidad de que se le prohíba hacer negocios y se informa de que el juicio podría durar hasta tres meses... así que atentos.